SOBRE EL AMOR

En la vida, a veces,e hacen movimientos “aparentemente infructuosos” hacia el amor. Y digo en apariencia, porque en realidad en las profundidades del ser, significa zambullirse en las aguas de lo oscuro y lo luminoso que hay en cada cual, integrar lo que gusta o no de cada personalidad, la propia y la del otro u otra, en esa danza que es la vida vincular.

Por lo tanto, la vivencia lejos de ser infructuosa, por el contrario, da frutos. En ese espejo que trae la experiencia con otra persona, se integra el ser. Sea cual sea el proceso y el resultado, esto es salga bien o no, se aprende, se evoluciona. Son vivencias puente hacia próximas experiencias de mayor amor hacia sí, en principio de un auténtico encuentro consigo mismo para así sí estar en relación con otro u otra.

La teoría de la resonancia simpática es un fenómeno que se produce cuando la vibración de algo o alguien coincide con la frecuencia natural de otro u otra cercano, causando que este último también empiece a vibrar. Es algo que suele observarse en la acústica, por ejemplo, en instrumentos musicales. Según este principio, donde cada uno/a irradia lo que es, lo que auténticamente desea ser. Se atrae a quienes tienen algo que aprender de nosotros, como así también enseñarnos. Se aparta a quienes no resuenan igual o en forma similar.

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